A LA CAMA CON BOTTURA
El cocinero más celebrado del mundo se dispone a incursionar, junto a su mujer, en un nuevo rubro. Ahora abre un hotel a las afueras de Módena, donde regentea la premiada Osteria Francescana. Así es Casa Maria Luigia, con apertura prevista para este incipiente mes de mayo.
Dicen que a Massimo Bottura y a su mujer, Lara Gilmore, les llevó años encontrar el lugar perfecto: una propiedad del siglo XVIII en las afueras de Módena (a 20 minutos en auto de la estación de tren, y a 40 del aeropuerto de Bologna), rodeada del paisaje casi rural de Emilia Romagna. Y que con el tiempo la fueron llenando con sus cosas favoritas: parte de su colección de arte contemporáneo, generosa en cuadros, fotos y esculturas; libros y discos de vinilo. Hay jardines con árboles centenarios, una huerta, una cancha de tenis y una piscina al aire libre. Puertas adentro, un living con aires residenciales, una sala de música, un lounge para cocktails y una cocina, por supuesto, en la que no deben faltar el parmigiano reggiano, el aceto balsámico y el Lambrusco.
En cuanto a las comodidades propiamente dichas, Casa Maria Luigia dispone de 12 habitaciones agrupadas en tres categorías diferentes, aunque aseguran que no hay una igual a la otra. En todas, los muebles de diseño conviven con piezas vintage; hay telas de la casa milanesa Dedar, que ha vestido grandes hoteles en todo el mundo; amenities de la firma italiana Ortigia en los baños, y máquinas para tomarse un espresso sin perder la privacidad.
¿Los precios? Entre los 450 y los 750 euros por noche, incluyendo el desayuno tradicional de la región, que se sirve en la vieja casa de carruajes de la finca. Un par de curiosidades más: esta flamante guesthouse no recibirá huéspedes ni los domingos de noche ni los lunes, y estará cerrada, todos los años, un par de semana cada agosto. Eso sí: aseguran que reservar habitación en Casa Maria Luigia con la tarifa no reembolsable es el ábrete sésamo seguro para garantizarse una mesa en la Osteria Francescana. ¿Capito?