MADRID VUELVE A LA TERRAZA
Ha vuelto a abrir sus puertas NuBel, el modernísimo restaurante del Museo Reina Sofía en la capital española. Una propuesta de tono lúdico, pensada como un juego de colores y sabores, donde la puesta en escena y la animación son ingredientes tan importantes como el menú.
Todo sucede en torno al icónico patio y bajo la rojísima cúpula que hace ya unos cuantos años diseñara el célebre arquitecto Jean Nouvel para ampliar el museo. Y aunque una monumental escultura de Roy Lichtenstein se roba buena parte de las miradas, la puesta en escena del restaurante y de su terraza exterior, de marcado acento artístico, no le va en zaga. De tales asuntos se ocupó la decoradora Paula Rosales, del estudio madrileño More-co, que mezcló sillas y sillones de diseño contemporáneo con mobiliario de jardín, generando un ambiente que replica formas de la naturaleza e incorpora plantas naturales. En el interior del restaurante, mientras tanto, se imponen las formas orgánicas y los colores estridentes que se llevan de maravillas con las líneas arquitectónicas del edificio y con su cúpula.
En cuanto a la propuesta gastronómica del lugar (que suma casi mil metros cuadrados muy vanguardistas y forma parte de la cadena Azotea Grupo), esta descansa en un cocina joven y urbana que, según explican, actualiza con ingredientes y técnicas nuevas las recetas tradicionales. La carta se pasea generosamente por entradas varias, entre las que se cuentan una ensalada de cogollos de Tudela con aliño de anchoas y queso troncal o los canelones de wagyu y trufa, pasando por una alcachofas salteadas con almejas y velouté de algas; platos principales como el lomo de vaca madurado con puré de apionabo, cebollitas y praliné de avellanas, el salmonete asado con nabo daikon guisado y alioli de wasabi o tacos mexicanos de ala de raya asada con mole negro; sin olvidar postres tan tentadores como el tres leches, la mousse de chocolate con helado de aceite de oliva, velo de chocolate blanco y crujiente de cacao o el cremoso de limón con crumble de sablé y frambuesas.
Desayunos, meriendas y un brunch para los fines de semana completan la oferta de NuBle, donde la animación también corre por cuenta de sesiones de DJ’s todas las noches y de los infaltables tragos de autor que se despachan en la barra.
