A LA MESA EN MONTPELLIER
Por decir lo menos, L’Arbre es una propuesta gastronómica muy original: un restaurante-bar en planta baja y un rooftop en las alturas del piso 17, aunque no de un edificio común y corriente, sino de un árbol escultural. Descubran los sabores y los colores del sitio que hoy da que hablar en el sur de Francia.
Todo sucede dentro de L’Arbre Blanc, un singular edificio en el que los arquitectos Sou Fujimoto, Nicolas Laisné, Dimitri Roussel y Manal Rachdi dieron rienda suelta a las posibilidades expresivas de la madera y del blanco, conjugados aquí de mil maneras.
En la planta baja y en el primer piso de ese edificio-árbol funcionan un bar y un restaurante, a los que se suma una encantadora terraza en el piso 17. El conjunto, conocido como L’Arbre Restaurant & Rooftop, fue encargado al estudio de Pauline Percheron. La arquitecta se valió de escaleras de madera, muebles de roble y barras de cemento como elementos básicos para articular el lenguaje del bar y del salón comedor, donde una impronta mediterránea y urbana se apodera del lugar. En cuanto a la paleta de colores, toques puntuales de naranja, amarillo y azul combinan con el verde de las plantas y dan la nota en medio de la caja blanca.
En el piso 17, que regala vistas al mar y al pico Saint Loup, la apuesta arquitectónica y de diseño consistió en desdibujar los límites entre el espacio abierto y el cerrado, jugando de nuevo con el hormigón visto como protagonista, y permitiendo que las luminarias de papel plegado que cuelgan sobre la barra remeden las nubes, como para que nadie olvide que allí se está más cerca del cielo.
En cuanto a la propuesta gastronómica propiamente dicha, los chefs del lugar se apegan a las tradiciones y productos de la región de Occitania y definen su cocina como burguesa modernizada. Por poner ejemplos de la temporada en curso, en la carta destacan la ensalada de chauchas, foie gras, rúcula y carne; el patito asado a la naranja con polenta cremosa; y el clafoutis de cerezas con crema helada de almendras.