SICILIA DE NOVELA
Los adictos a El comisario Montalbano la reconocerán de inmediato: es la casa que el director Alberto Sironi eligió para su serie televisiva como morada del entrañable personaje nacido de la pluma de Andrea Camilleri. Hoy no luce igual que en la ficción, pero alberga un bed & breakfast mandado a hacer para viajeros, lectores y espectadores fetichistas.
Por si queda alguien que no lo sepa, queda al sur de Sicilia y en la playa de Punta Secca, que en la famosa serie televisiva hace las veces de Marinella. Se alza a los pies del mismo mar que baña las costas de Malta y de Túnez, frente a una torre sarracena levantada en épocas de piratas y a metros del faro que desde 1853 ilumina ese viejo pueblo de pescadores.
El dueño de casa es Pietro di Quattro, un veterano que supo ser el director artístico del Teatro Donnafugata de Ragusa. Originalmente, el edificio fue un almacén para salar y conservar sardinas. Despuntando el siglo XX la familia Di Quattro se la compró al Estado italiano, y un par de décadas más tardes sumó la pintoresca terraza que desde 1999 es la envidia de todos los espectadores de la serie televisiva que pusieron al aire la RAI y la productora Palomar.
Hoy funciona allí el bed & breakfast La casa di Montalbano. Para evitar desilusiones, conviene aclarar que los interiores no son iguales a los de la serie (los productores dedicaron un par de meses a esmeros decorativos cuando rodaron allí) pero la atmósfera y el paisaje circundante son ideales para evocar los días, las noches y las andanzas del héroe de Camilleri.
La casa tiene tres plantas, de algo más de 100 metros cuadrados cada una, aunque la primera de ellas es de uso exclusivo de los propietarios. El bed & breakfast en sí cuenta con cuatro habitaciones dobles (tres con vista al mar, una con vista al faro), que arrancan en los 95 euros por noche en temporada baja. Hay calefacción central para el invierno, aire acondicionado para el verano, baño privado y televisión en todos los cuartos.
Prometen un desayuno generoso en productos y sabores locales para empezar el día (casi) como Luca Zingaretti: mermeladas caseras de higo y mandarina, medialunas artesanales de manteca y pasticceria típica de Ragusa para quienes prefieran lo dulce; tomates cherry de la zona y queso provolone local entre otras tentaciones saladas. Para que el programa sea redondo, también ofrecen un Montalbano Tour que incluye una recorrida por Vigàta, la sede de la comisaría y una visita a la casa de Balducio Sinagra. Y para los que quieran aun más, también hay una Montalbano Experience de cuatro días de duración. ¿Qué tal?