PERFUME TROPICAL EN VALLADOLID

En el corazón de la mexicana península de Yucatán, la antigua casa de los perfumistas Nicolás Malleville y Francesca Bonato es hoy un oasis de refinamiento abierto a los viajeros que quieran alojarse en un lugar muy personal. Y dejarse tentar por los sentidos.

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Malleville y Bonato son los fundadores de Coqui Coqui, una firma de perfumes y oficios artesanales que vende, también, todo un estilo de vida. La aventura empresarial comprende destinos vacacionales en México y en la Polinesia. Cada residencia y spa cuenta con su fragancia particular: inspirada en las palmeras del Pacífico Sur, Coco Coco preside el enclave que el grupo maneja en Bora Bora; con notas de limón y menta, Menli evoca los lujuriosos jardines de Cobá; Tabaco es tan elegante, rica y cálida como Mérida, la capital yucateca, donde Coqui Coqui también plantó bandera; al tiempo que el perfume de Rosas Secas refleja el carácter cultural de Valladolid y se inspira, concretamente, en la celebración religiosa de su Madonna de la Candelaria.

Allí mismo, el Mesón de Malleville es un deslumbrante caserón del siglo XVI, de cuatro habitaciones, que supo ser la casa familiar de los fundadores de Coqui Coqui y por ello mismo atesora los muebles y objetos que la pareja adquirió en sus muchos viajes por el mundo.

Ubicada justo frente al Convento San Bernardino de Siena, con sus techos altos, sus vigas de madera, sus enormes ventanales y sus pisos de azulejos, la casa es casi un santuario para los viajeros interesados en alojamientos originales y con personalidad. 

Hay una habitación verde con acento femenino, otra azul de inspiración más náutica y masculina, y dos suites, ubicadas en ambos extremos de la casa, fruto de una ampliación más reciente y ganadas por una ambientación minimalista en la que destacan los pisos de cemento lustrado y una paleta casi monocromática. Una pequeña boutique que ofrece los productos para casa y viaje de la línea Oficios Artesanos, una cafetería con vista al convento y un delicioso patio interior completan la oferta del singular mesón. Incluidos en la estadía, aceites y fragancias de la firma se ocupan del resto.

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