CAMBIO DE HÁBITO EN LEBLON
Dispuesto a no pasar de moda, el barrio más chic de Rio de Janeiro renueva su oferta hotelera recuperando la carioquísima esquina de Delfim Moreira y Bartolomeu Mitre, donde reinaba el viejo Marina All Suites. Allí se alza hoy Janeiro, un hotel vestido a nuevo por el mismísimo Osklen. Pasen y vean.
Todavía en proceso de soft opening (la inauguración completa está prevista para marzo), el flamante Janeiro cuenta con 53 apartamentos, un bar en la planta baja, pensado como prolongación de la playa; un restaurante más formal en el segundo piso; y un bar y terraza muy tentadores sobre la pequeña piscina, coronando las alturas en los pisos 18 y 19: casi junto al morro Dois Irmaos y con la silueta de las Islas Cagarras en primerísimo plano.
Mientras el mármol travertino impone su tono en la fachada, madera y paja natural son dos elementos casi omnipresentes en la ambientación interior, que firma Li Siqueira y dota de un aire de cabaña playera cool a las habitaciones y suites. Pero en todo el conjunto se percibe la mano inconfundible de Oskar Metsavaht, el gaúcho que supo cambiarle la cara a la moda de Rio de Janeiro con su tienda Osklen y ahora incursiona en la hotelería, asociándose con Carlos Werneck (dueño de la archifamosa Pousada Maravilha de Fernando de Noronha) y con el grupo Marina. De hecho, las imágenes que alegran las paredes de las habitaciones son del propio Metsavaht, que no abandona su faceta de fotógrafo.
Tampoco la de defensor de la ecología. El espíritu sustentable guió las obras de reciclaje del edificio y se prolonga no sólo en los grandes gestos de funcionamiento del hotel sino también en los pequeños detalles: luces led y descargas de agua y aire acondicionado inteligentes, pero además sorbitos de papel en el bar, bolsas de lavandería confeccionadas por costureras locales, botellas de vidrio retornables y papel piedra en los vanity kits, sin contar los programas de protección de las dunas en la playa y la política de contratación de refugiados.
En pocas palabras, un reducto de lujo sustentable, políticamente correcto y de aires inconfundiblemente cariocas, que llegó para renovar una de las esquinas más codiciadas de la Zona Sul.