PASAJE (ABIERTO) A PARÍS
En el corazón del burgués distrito 7 de París, Beaupassage llega para reinterpretar la tradición del flâneur según los mandatos del siglo XXI. El resultado es un nuevo pasaje a cielo abierto pensado para tentar a los hedonistas: un oasis urbano en el que caben arte, verdor, gastronomía y bienestar. ¿Qué dirían Balzac y Baudelaire?
Son unos 10 mil metros cuadrados escondidos entre el transitado Boulevard Raspail, la perfumada rue de Grenelle y la aristocrática rue du Bac. Por encargo del Emerige Group, el arquitecto Franklin Azzi se ocupó de uniformizar con un marcado acento industrial las fachadas de los múltiples proyectos que hoy anidan en ese pasaje, preservando la forma original de edificios tan dispares como el convento de Récollettes o el viejo garaje del Hotel de Nevers, que representan múltiples estilos arquitectónicos y cuatro siglos de vida en la ciudad. El paisajismo corrió por cuenta de Michele Desvigne, que plantó exactamente 63 especies para dotar al espacio de su indispensable pulmón verde. Esculturas, murales e instalaciones artísticas alegran el proyecto, cuyo anzuelo principal es la oferta de renombrados chefs, panaderos, pâtissiers, carniceros y un pequeño etcétera.
La lista incluye a Allénothèque, el restaurante, cava y galería de arte que dirigen el chef Yannick Alléno y su mujer Laurence Bonnel; la quesería Maison Barthélémy; Mersea, el restaurante de pescados y frutos del mar de Olivier Bellin; el multiespacio fitness Champion Spirit Rive Gauche, regenteado por Abdoulaye Fadiga, campeón mundial de May Thai; el enclave gourmet del célebre pâtissier Pierre Hermé; la panadería de Thierry Marx; el deli naturista Daily Pic, a cargo de Anne Sophie Pic; la tienda y restaurante del carnicero artesanal Alexandre Polmard; Arabica, la cafetería de Junichi Yamaguchi; y hasta un Carrefour City con énfasis en productos orgánicos y regionales, amén de un bar que oficia de punto de encuentro más informal.
