TOSCANA DE PELÍCULA
¿Se acuerdan de la descascarada Villa Bramasole que Diane Lane compraba y restauraba en Bajo el sol de Toscana, aquella película que dejó a más de una soñando con fugarse a Italia? Pues bien: en realidad se llama Villa Laura, acaban de remodelarla y ahora la ofrecen en alquiler. Pasen y vean.
En la película de Audrey Wells, estrenada en 2003, Diane Lane encarnaba a Frances Mayes, una escritora recién divorciada de su marido infiel, en pleno bloqueo creativo y amenazada por la depresión. De levantarle el ánimo se ocuparía aquella estupenda amiga que le regalaba un viaje de diez días a la Toscana, donde la heroína del film acababa comprando la casa en ruinas con la que se había encaprichado durante una excursión.
Villa Bramasole, tal y como se llamaba en la ficción, está ubicada en las afueras de Cortona, en la provincia de Arezzo y a pasos de un lago. Lo que no es puro cuento, en cambio, es que la casa se llama Villa Laura y que sus actuales propietarios vienen de ponerla a nuevo, respetando el aire rústico que domina la escena pero incorporando toques y comodidades modernas. La villa tiene diez dormitorios (todos ellos con baño en suite), una casa de campo anexa, bodega, jardín de invierno, piscina y jacuzzi al aire libre, mesas de pool y ping-pong, sala de juegos, home-theatre, horno para pizza, varios espacios para almorzar o cenar al fresco rodeados de jardines y, por supuesto, conexión wi-fi para los que no quieran o no puedan desenchufarse de la vida real.
Los precios arrancan en los 2.245 dólares (más impuestos) por día, siempre con un mínimo de siete noches y una capacidad máxima de 20 personas. Todos los detalles pueden consultarse en la web de Luxury Retreats, el sitio que la ofrece en alquiler para los interesados en pasar unas vacaciones de película. O algo así.
