CHECK IN: SERGIO PUGLIA
El carismático jurado de MasterChef Uruguay, que hoy tiene la sartén del rating por el mango, suma décadas como un destacado comunicador en radio y televisión. Apasionado por la gastronomía, Sergio Puglia también es un adicto a los viajes. Aquí desvelamos sus verdaderos gustos… y no solo en materia de cocina.
Para empezar, ¿cuál es el primer viaje fuera de fronteras que atesora su memoria?
El primer viaje fuera de fronteras que recuerdo fue a Buenos Aires, y quedé deslumbrado.
¿A qué lugar del mundo quisiera volver una y otra vez?
A Nueva York. Tiene todo lo que necesito para ser feliz: cultura, museos, teatro y descubrimientos permanentes, porque es una ciudad que siempre evoluciona.
¿Cuál es el mejor hotel en el que se haya alojado?
He tenido la oportunidad de conocer grandes hoteles, pero el que está instalado en mi corazón y al que siempre vuelvo es el Westin Palace de Madrid.
¿Y el mejor restaurante en el que se haya sentado a comer?
Esta respuesta es complicada, pero así, rápidamente, el recuerdo y el impacto pasan por Daniel, en Nueva York, y por Arzak, en San Sebastián.
Describa el almuerzo o la cena más memorable de su último viaje.
Mi último viaje fue a Israel, y la cena en un restaurante de Jerusalem donde paseamos por una versión moderna de los platos tradicionales de Oriente con productos orgánicos. Fue un disfrute de sabores y tradiciones.
Evoque un museo, un cuadro o cualquier otro encuentro con el arte que lo haya conmovido especialmente andando por el mundo.
Después de haber visto mucho museo debo decirte que la Tate Gallery, en Londres, me deslumbró tanto por su colección como por su arquitectura. Cualquier cuadro de Turner me emociona. Pero el arte no está solo en un ámbito: por ejemplo, el Puente Carlos, en Praga, también me toca el corazón.
Mencione un libro, una película y/o un disco que lo hayan inspirado a viajar a algún lugar.
Kafka me llevó justamente a Praga, Mozart y su música a la vieja Europa que se ve en Austria, y la película Mi bella lavandería me provocó conocer el otro Londres, el de los inmigrantes.
¿Qué destino lo desilusionó por completo o no estuvo a la altura de sus expectativas? ¿Por qué?
La India, pero tengo que reconocer que no estaba preparado para constatar en persona los contrastes entre lo místico, los olores, la mugre, la pobreza y la belleza… Todo eso me superó y todavía no siento la necesidad de darle una segunda oportunidad.
¿Qué es lo que no puede faltar en su valija cuando sale de viaje?
Todo lo necesario para la higiene personal y varios pares de zapatos. Es una manía: no puedo estar siempre con los mismos, y lo mas cómico es que si encuentro alguno que me guste me compro más y después no me entran en la valija.
Mencione uno, dos o tres souvenirs de viaje que ocupen un lugar importante en su casa y en su corazón.
Unos botellones de cristal traídos de Praga, un gallo de cerámica enorme de Sicilia y un elefante de madera con un trabajo genial comprado en Bodrum, Turquía.
El viaje perfecto es: ¿solo, en pareja, en familia, con amigos o en grupo?
El viaje perfecto es con pareja y amigos.
¿Cuál es, para usted, la calle más linda del mundo?
Champs Éysées, en París.
Un rincón del planeta especialmente recomendable para deslumbrar la vista
El teatro medieval de madera, en Parma.
¿El olfato?
El Eataly de Roma y el Bazar de las Especias en Estambul son un festín de aromas que te hacen soñar.
¿El oído?
Una noche en el Metropolitan de Nueva York.
¿El gusto?
El café Fiorio de Turín, la confitería Royal en París, o la Patisserie Valerie, en Londres.
¿Y el tacto?
El cuero de Turquía y la seda de China.
Si pudiera convencer a una celebridad internacional, de cualquier tipo, para que lo guiara por el lugar donde vive, ¿a quién elegiría y qué le pediría que le mostrara?
Le pediría a Gina Lollobrigida que me mostrara Subiaco, donde nació.
¿Cuál es el destino pendiente que ahora mismo lo obsesiona?
Me encantaría conocer Japón.
Cuando vuelve de viaje Montevideo le parece…
A pesar de todo, Montevideo me parece una ciudad maravillosa. Es la casa grande, la quiero. Y cuando estoy mucho afuera, la extraño.