CHECK IN: NANDO PARRADO

Fernando Parrado no necesita mayor presentación entre los uruguayos. Pero digamos, por las dudas, que el autor de Milagro en los Andes es también un tuerca confeso, un amante del vértigo y un cosmopolita de aquellos. Aquí, sus respuestas a nuestras preguntas viajeras de cada semana.

Para empezar, ¿cuál es el primer viaje fuera de fronteras que atesora su memoria? 

El que hice como estudiante de intercambio a Saginaw, en Michigan, Estados Unidos. Fue la primera vez que vi y toqué nieve en mi vida.

¿A qué lugar del mundo quisiera volver una y otra vez? 

A España e Italia.

¿Cuál es el mejor hotel en el que se haya alojado? 

Varios… pero me salta a la memoria inmediata el Hotel du Cap-Eden Roc en Cap d'Antibes.

¿Y el mejor restaurante en el que se haya sentado a comer? 

Martín Berasategui, en San Sebastián.

Describa el almuerzo o la cena más memorable de su último viaje. 

Fue en el restaurante El Refugio, en La Coruña. Los mejores mariscos y el mejor pescado que he disfrutado en mucho tiempo. Y el Omelette Surprise de postre merece un viaje a España, pues es memorable.

Evoque un museo, un cuadro o cualquier otro encuentro con el arte que lo haya conmovido especialmente andando por el mundo. 

La fábrica de autos de Horacio Pagani en Italia. Sus Zondas y Huayras deberían ser exhibidos en el Louvre. También una exposición de Mark Rothko que vi en Roma.

Mencione un libro, una película y/o un disco que lo hayan inspirado a viajar a algún lugar. 

Los libros de Carlos Ruiz Zafón, que inspiran a descubrir una Barcelona diferente. También muchas revistas de la National Geographic me han inspirado destinos y lugares diferentes. En particular, unas fotos de Islandia publicadas en una edición de esa revista me llevaron a viajar a ese lugar de una belleza tan especial.

¿Qué destino lo desilusionó por completo o no estuvo a la altura de sus expectativas? ¿Por qué? 

Me desilusionó Rio De Janeiro… no es lo que era. Durante mi último viaje a esa ciudad nunca me sentí cómodo. Tenía ganas de irme y no de quedarme. No me sentí cómodo ni seguro.

¿Qué es lo que no puede faltar en su valija cuando sale de viaje? 

Una navaja Victorinox. Antes llevaba una colgada al cuello; ahora, con todo el tema de seguridad en los aeropuertos, la mando en la valija. Sirve para todo.

Mencione uno, dos o tres souvenirs de viajes que ocupen un lugar importante en su casa y en su corazón. 

No soy de comprar souvenirs. Tal vez algún imán para la heladera de Le Mans o Indianápolis. Y en algún lugar, una foto linda de un momento del viaje con toda la familia. ¡Las del celular después nadie las ve!

El viaje perfecto es: ¿solo, en pareja, en familia, con amigos o en grupo? 

Todo viaje es diferente y cada uno tiene su lado bueno. He hecho viajes fenomenales solo, en pareja, en familia y con amigos… Pero en pareja, con Veronique, andamos a nuestro ritmo y sabemos lo que queremos hacer. Soy medio histérico con las horas y los tiempos, y no me gusta que me hagan esperar ni andar corriendo para tomar vuelos. Ahora, con la familia creciendo, me está gustando disfrutar, a través de las experiencias de mis hijas y nietos, su fascinación en los viajes.

¿Cuál es, para usted, la calle más linda del mundo? 

La que esté recorriendo y disfrutando en medio de un viaje. Puede ser una callecita de un pueblito de Italia o la Avenue Montaigne en París.

Un rincón del planeta especialmente recomendable para deslumbrar la vista. Singapur de noche. La vista de la ciudad desde el otro lado de la bahía me hizo quedar de boca abierta un muy buen rato.

¿El olfato? 

El aroma a aceite de competición en el Goodwood Revival.

¿El oído? 

Andrea Bocelli y sus canciones en un anfiteatro en la Toscana. ¡Y los Matra V12 en la recta de Le Mans a 10.000 rpm! (como ves, soy un poco tuerca de más).

¿El gusto? 

Jamón del bueno en España.

¿Y el tacto? 

Las sábanas de lino del Hotel Wellington en Madrid.

Si pudiera convencer a una celebridad internacional, de cualquier tipo, para que lo guiara por el lugar donde vive, ¿a quién elegiría y qué le pediría que le mostrara? 

A Maduro, para que me muestre cómo vive él y compararlo con cómo viven los venezolanos.

¿Cuál es el destino pendiente que ahora mismo lo obsesiona? 

Las Islas Galápagos.

Cuando vuelve de viaje Montevideo le parece…

Que tiene cualidades y una costa muy hermosa como para ser una ciudad increíble. Lástima la mugre y la dejadez. La falta de interés en entregar a sus habitantes todo lo que merecen por los impuestos carísimos que se pagan. Los pozos, la falta de señalización en las calles (franjas sin pintar o totalmente deterioradas), la falta de nomenclatura en la Ciudad Vieja (uno no sabe en qué calle está y los turistas se vuelven locos tratando de ubicarse)… El contraste con una ciudad como Zurich o Madrid es abismal. Pero aquí la respuesta siempre es: “¡ah…pero aquello es Europa, y esto es Uruguay!”.