SOHO ESQUINA BRASIL

El desembarco del grupo SoHo House en América Latina se convierte en la apertura hotelera del año en San Pablo, donde un viejo edificio de valor patrimonial ahora combina arquitectura histórica, confort global y toques tropicales.

Todo sucede en un verde y silencioso rincón de San Pablo, apenas a un par de cuadras de la trajinada Avenida Paulista. Para ser más exactos, en la porción del barrio Bela Vista conocida como Cidade Matarazzo, un complejo de valor patrimonial constituido por diez edificios que ocupan 30 mil metros cuadrados, donde originalmente funcionaron un hospital, una maternidad y una capilla. Recuperado e intervenido arquitectónicamente a partir de 2007 por el empresario francés Alexandre Allard, hoy el lugar se reconvierte paulatinamente con oficinas, apartamentos, espacios culturales, comerciales, gastronómicos y hoteleros (allí se inauguró recientemente el Rosewood Sao Paulo, con proyecto arquitectónico de Jean Nouvel y diseño de interiores de Phillipe Starck).

Apadrinada por Nick Jones en 1995, la cadena SoHo House que ahora desembarca allí nació en Londres como un selecto club, al que sólo podía accederse por membresía, en los altos de su restaurante Café Boheme de la Greek Street del SoHo. Pensada para que los creativos de buen bolsillo tuvieran un lugar donde dormir, comer, beber, trabajar y divertirse, con generosos espacios comunes entre los que no podían faltar gimnasios, piscinas, spas y salas de cine, la idea fue creciendo conceptual y físicamente: hoy hay casi una quincena de casas SoHo en Gran Bretaña y una treintena en el mundo, de Nueva York a Bangkok, de Amsterdam a México, de Tel Aviv a Estambul, tres cuartas partes de las cuales funcionan como hoteles. También se flexibilizó, porque aunque los miembros y los amigos de la causa siguen teniendo beneficios a los que no acceden el común de los mortales, en rigor basta con reservar una habitación aquí o allá para estar dentro.

Las bañeras exentas en los baños, los colchones Hypnos en la habitaciones, los minibares cuidadosamente aprovisionados, los animadísimos rooftops y las colecciones de arte que engalanan cada una de las casas del grupo se han convertido en los denominadores comunes y los caballitos de batalla de la marca, que ahora planta su primera bandera en Sudamérica.

En el templo que cobra vida en el viejo hospital de la Cidade Matarazzo de San Pablo, se siente el aire global que dota de un inconfundible aire de familia a las habitaciones de las SoHo Houses en los cuatro puntos cardinales, pero también se suma el toque local que aportan diseñadores como Sergio Rodrigues, Jean Gallon, Jorge Zalszupin y Percival Lafer (presentes en sillones y otros muebles) y artistas como Marcelo Cipis, Alexandre Da Cunha, Antonio Tarsis, Castiel Vitorino Brasileiro, Jaime Lauriano, Larissa de Souza, Leda Catunda, Paulo Nimer Pjota, Marina Perez Simão, Nazareth Pacheco y Yuli Yamagata, que firman murales, cuadros, móviles y otras obras de arte.

Danielle Vourals capitaneó el equipo creativo y añadió toques tropicales como los azulejos pintados a mano de Cerámica Antiga y las lámparas de vidrio soplado de Espaço Zero, que conviven con los pisos de madera de Canela, rescatadas de viejos graneros de Brasil, con las superficies de mármol y con las paredes del viejo hospital, que en algunos sectores del edificio se mantuvieron intocadas.

De momento, la oferta hotelera se compone de 32 habitaciones (las hay de cuatro tamaños), alegradas con muebles de inspiración portuguesa, maderas y textiles locales. A la hora de comer, un patio a cielo abierto (con techo retráctil) y un pequeño club en el mismo nivel del hotel son los lugares donde entregarse al menú que combina platos brasileros con clásicos de la cadena, entre los que no faltan las pastas italianas ni las pizzas al horno de leña. El primer y el segundo piso suman confortables salas privadas para eventos, capaces de albergar fiestas de hasta 100 personas o pequeñas recepciones, cenas y catas. Y en fecha próxima (prometen que este año), el flamante hotel paulista sumará una piscina y un bar en el rooftop, así como gimnasio y spa.