AIRES RETRO EN EL CARIBE

Escondido en medio de Eleuthera, una delgada isla del archipiélago de las Bahamas, este flamante hotel es la reencarnación de un viejo club que fue el último grito de la moda en los años 70. La elegancia de antaño y el encanto de la arquitectura clásica del Caribe se dan la mano en The Potlatch Club, que promete aires retro a los viajeros de hoy.

Este rincón del Caribe fundado en 1967 puede jactarse de su historia: de Greta Garbo a Elizabeth Taylor, no fueron pocas las celebridades que vacacionaron allí. En 1969 el mismísimo Paul McCartney pasó su luna de miel con Linda en el Potlatch Club, donde escribió más de una canción para Los Beatles, Bathroom Window entre ellas.

Pero a pesar de su alto perfil, el lugar había caído en desgracia a fines de los 80, y recién tres décadas más tarde fue redescubierto por sus nuevos dueños, Bruce Loshusan y Hans Febles, que emprendieron una aventura de siete años para renovarlo por completo, después de haber estudiado detenidamente su historia.

La diseñadora de interiores Amanda Lindroth (apoyada en el propio Febles) lideró la tarea, que básicamente consistió en rescatar la estructura de cuatro edificios originales y dotarlos de nueva vida por dentro.

El nuevo hotel dispone de apenas 11 habitaciones: tres suites en la casa principal, tres cabañas en el jardín, tres en la playa y dos villas más exclusivas (una de un dormitorio, otra de cuatro) que suman servicio de mayordomo. El denominador común de todas las estancias privadas es la apuesta al blanco en las paredes, los pisos en damero, el azul, el coral y el rosa pastel como colores para contrastar con la caja arquitectónica, y los espacios abiertos por los que se cuelan la brisa del mar o el aroma de los jazmines y el frangipani.

El restaurante Fig Tree (que fusiona cocina caribeña, europea y asiática), y el Pavilion Bar instalado en la playa complementan la oferta gastronómico-hotelera de un recoleto templo turístico que deja claro que allí no hay otra cosa para hacer que pasarla bien.

En cuanto a Eleuthera, apenas a 20 minutos de vuelo de Nassau, puede alardear de arenas rosadas y aguas turquesas, una costa sobre el Caribe y otra sobre el Atlántico. Sin grandes resorts a la vista y con un tráfico más que discreto, aseguran que el paisaje está prácticamente intocado.

El hotel está en etapa de soft-opening, y las tarifas arrancan en algo menos de 500 dólares la noche.