PORTUGAL EN PLAN RETRO

En las colinas que rodean Sintra y a menos de una hora de Lisboa, el flamante hotel Marqí revive el estilo de los años 70 para viajeros dispuestos a disfrutar de Portugal en modo lento.

Son apenas ocho habitaciones, en el corazón de una blanquísima casa construida en los años 80 que el fotógrafo danés Mikkel Kristensen viene de transformar en hotel.

La reconversión de la casa, que originalmente encargó un ingeniero civil portugués, corrió por cuenta del arquitecto Mikas Emil, que mantuvo intactos los espacios y dotó de mobiliario mid-century y piezas vintage de los años 70 los luminosos interiores, en los que hoy brillan mesas de mármol blanquísimo, tapizados de colores fuertes, pisos de parquet, alfombras de pared a pared y lavabos en forma de concha marina. El aire retro se prolonga en los jardines, donde se imponen los muebles de ratán y reina la piscina de aires residenciales, ideal para los que no quieran caminar los escasos 15 minutos que separan el hotel de la costa atlántica.

Para más datos, el Marqí es definido por sus propios dueños como “un hotel extraño” y se alza en una escondida curva de la Estrada do Rodizio, entre la localidad de Colares y Praia Grande, dentro del Parque Nacional Sintra-Cascais.