ISLANDIA EXTREMA

Disponible en Netflix, el documental Under an Arctic Sky (Bajo un cielo ártico) permite seguir las venturas y desventuras de seis surfistas por un remoto rincón de Islandia, en pleno invierno y con todo el viento en contra que imaginarse pueda. Un viaje extremo, desde todo punto de vista, concentrado en un film que envuelve en arte al turismo aventura.

Los surfistas Sam Hammer, Heidar Logi, Elli Thor Magnusson, Ingo Olsen, Timmy Reyes y Justin Quintal desembarcaron en Islandia en busca de las olas que barren los fiordos de la reserva natural de Hornstrandir, al noroeste de la isla, y pronto se desató la mayor tormenta que azotara el país en los últimos 25 años. Con vientos de hasta 250 kilómetros por hora y riesgo de avalanchas categoría 4, las dificultades del proyecto se elevaron a niveles inimaginables, poniendo incluso en riesgo la vida de los protagonistas. Frustrada la llegada a destino en barco (la tormenta Diddu los sorprendió en el camino y debieron regresar a puerto), los intrépidos aventureros desafiaron días oscuros como la noche, vientos helados y carreteras intransitables, y se las ingeniaron no solo para sobrevivir sino para surfear bajo las luces de la aurora boreal, que les regaló verdes de neón, rojos, naranjas y amarillos deslumbrantes sobre las olas heladas. La naturaleza había recompensado con creces el esfuerzo y el susto.

Chris Burkard, un treintañero explorador californiano que promueve la protección de lugares salvajes en todas partes del mundo y alienta a los viajeros a relacionarse de una nueva manera con la naturaleza, ideó y dirigió este documental fotografiado por Ben Weiland y realizado por la productora Sweatpants Media. El resultado, a los efectos del espectador, son 40 minutos de adrenalina, paisajes sobrecogedores y lecciones sobre el espíritu aventurero suficientes para deleitar al viajero de sillón más exigente. 

Burkard llevaba un buen tiempo fotografiando olas y surfistas en paraísos tropicales, hasta que un buen día se cansó y resolvió visitar los rincones más fríos del planeta. Antes de filmar en Islandia, su filosofía de explorar lo desconocido y abrazar la incertidumbre lo llevó por las costas de Rusia y Noruega, y ahora acaba de visitar la patagonia chilena para recrear una expedición legendaria. Casi tres millones de personas siguen su cuenta de Instagram. Quienes no puedan ver el documental en Netflix deben saber que en la web underanarcticsky.com hay once minutos de backstage con imágenes igualmente cautivantes.