GANTE CELEBRA A VAN EYCK
Esta ciudad belga es tan discreta, que a menudo pasa inadvertida. Incluso por quienes visitan unos días el país y se distraen con Bruselas, Brujas y Amberes. Ahora, el Año Van Eyck multiplica las excusas para visitar Gante. ¿Qué está pasando allí?
Después de Rubens y de Brueghel, ha llegado el turno de otro maestro flamenco: el incipiente 2020 será el Año Jan Van Eyck en toda Bélgica, aunque muy especialmente en Gante, que atesora su célebre retablo La adoración del cordero místico, una singularísima obra pintada sobre 18 paneles de roble, que empezó su hermano Hubert y que al cabo de siete años de restauración hoy se luce en todo su esplendor en la Catedral de San Bavón.
Al mismo tiempo, el Museo de Bellas Artes de la Ciudad pone en cartel (hasta el 30 de abril) la muestra Van Eyck, una revolución óptica, que se precia de ser la más completa jamás presentada sobre la obra del artista. Más de la mitad de la escasa veintena de piezas originales que se conservan en el mundo han viajado hasta allí, y el museo dedicará 13 salas a exhibirlas junto a copias de obras desaparecidas, trabajos del estudio del artista, y un centenar de obras maestras de la Edad Media tardía que contribuyen a poner en perspectiva el trabajo de Van Eyck.
Por si hiciera falta más, bajo el gracioso título de “OMG Van Eyck was here” (Dios mío: Van Eyck estuvo aquí) la ciudad ha organizado una nutridísima agenda que abarca espectáculos musicales y teatrales, moda y diseño, danza y hasta gastronomía. Entre otras perlas de destacan el espectáculo multimedia Lights on Van Eyck, que se presentará en la iglesia de San Nicolás; la muestra Los colores de Van Eyck en el diseño, que irá en cartel en el Design Museum; la exhibición Mi paraíso: un jardín en el mundo, en la que floristas, horticultores y paisajistas mostrarán lo suyo en el Palacio de las Floralias; y hasta un tour de “7 sentidos” en el que incluso podrá probarse una cerveza artesanal inspirada en las hierbas que Van Eyck pintó en sus cuadros.